Quién, qué y cómo. Un MANIFIESTO
M A N I F I E S T O
Hace unas semanas, mientras trabajábamos con la comisaria Clementine Deliss en su primer libro en español, le comentamos que teníamos que venir a Frankfurt y ella nos propuso elaborar un manifiesto sobre quién, qué y cómo. Eso hemos tratado de hacer.
Q U I É N
Hay varios quiénes en este apartado.
Quiénes somos nosotros. El equipo de Caniche lo formamos personas con historias profesionales variadas (agricultura, derecho, arquitectura), que decidimos emprender juntos esta aventura con el propósito de participar de la experiencia de los artistas contemporáneos, de enredar con ellos, de acompañarlos en sus procesos de producción. Gilbert & George en 1970 suplicaban: "To be with art is all we ask", y se preguntaban: "Oh art, what are you?".
No tenemos respuesta para esa pregunta, por supuesto, pero mantenemos el deseo de caminar junto a los artistas, deseo que se ha ampliado a otros terrenos más difíciles de definir. Nos interesa también explorar todo aquello que, en principio, resulta ajeno al arte contemporáneo, pero no para colonizarlo sino con la intención de proyectar una mirada diferente.
El caso es que, sin experiencia previa en el mundo de la edición, pero con bastante descaro, montamos una editorial, llevados por el espíritu del punk del “si no tienes lo que quieres, da igual, ¡háztelo tú mismo!
Con quién trabajamos. Creadores, artistas, comisarios, arquitectos, críticos, pensadores. Hemos pretendido ser un vehículo o un medio para que todos ellos, en su pugna por comprender el mundo, lleguen al resto de las personas. Que como editores o como productores podamos ser capaces de abrir puertas y ventanas para que la huella que dejan los creadores en sus procesos, los frutos, los restos, las obras... se conviertan en materia prima fértil para los otros.
Somos inquietos y creemos en las relaciones abiertas, pero también tratamos de establecer lazos de familiaridad duraderos con las personas con las que trabajamos. Con artistas como Itziar Okariz o Paula García-Masedo primero hemos un libro (o dos) y después un Asalto (luego explicaremos qué es esto); con otros como David Bestué ya estamos fantaseando con su tercer libro Caniche; Jon Mikel Euba nos acompañó en dos Asaltos llevados a cabo con otros artistas y después llego su libro...
Nos resulta especialmente necesario y gratificante, también, trabajar con artistas que se encuentran a años luz de distancia de los circuitos convencionales del arte, como el colectivo Debajo del Sombrero, que agrupa a artistas con algún tipo de discapacidad intelectual. Con ellos hemos hecho dos libros (uno colectivo y otro individual de uno de los artistas del colectivo), y ha sido una de las experiencias más enriquecedoras y transformadoras para nosotros. Ser conscientes de que para cuestionar las prácticas hegemónicas imperantes en el arte contemporáneo no es necesario viajar a otro lugar del mundo, sino que tu propia práctica y aquellos con los que decides compartir tu viaje puede ser un instrumento de feliz ruptura y cuestionamiento.
En Caniche creemos en un concepto de estructura en la que no estamos solos, sino que la compartimos con una pluralidad de agentes, no solo artísticos. Resultaría superficial, y bastante injusto, referirnos solo a los autores porque en esa estructura amplia que buscamos, las autorías, los roles e incluso las identidades son mucho más fluidas y permeables. En el empeño, hemos descubierto que un libro es una experiencia compartida que nos emparenta con diseñadores gráficos, traductores, correctores, fotógrafos, documentalistas, impresores, encuadernadores, distribuidores, comerciales, libreros... El proceso vital del libro cobra su sentido radical, y podemos tocarlo, cuando recibimos un pedido en la web, lo preparamos y se lo entregamos a Azucena o Coral, de la empresa de mensajería que hace los envíos, que los lleven hasta sus compradores/lectores. En ese momento llegamos hasta el último eslabón de la cadena. Nos encantaría ver por un agujerito cómo leen nuestros libros, pero ese sistema de espionaje aún no lo hemos podido organizar.
A quién nos dirigimos. A una comunidad pequeña pero activa, con la que compartimos una mirada curiosa por la realidad. Uno de nuestros propósitos es la permeabilidad, que aquellas personas que no suelen formar parte de la escena habitual de museos o galerías se sientan interpeladas y que también formen parte de lo que hacemos. Introducir perspectivas alternativas en nuestro modo de actuar no puede ser únicamente en lo endógeno, sino también en lo exógeno. Cuidar e integrar de manera cómplice a nuevas audiencias es una tarea necesaria y aún pendiente.
Q U É
Para nosotros cada libro es una arquitectura. Una arquitectura que genera un espacio dispuesto a ser ocupado por el artista o el autor. Entendemos que nuestra labor es "dar lugar", ofrecer las condiciones necesarias para que suceda.
Y esa arquitectura en la que se apoya cada libro es pensada y diseñada ex profeso para adaptarse a las necesidades de cada proyecto. Siempre hemos querido huir de la lógica estandarizadora. Cada libro surgía de una necesidad específica y respondía a condicionantes particulares: hay libros envueltos en gotelé, como si fueran las paredes de una vivienda de la época desarrollista; hay libros que son espejos en los que el lector se refleja; libros que son el atlas completo de un artista que únicamente se comunica con el mundo a través de sus mapas; un diario en el que una artista narra el nacimiento de su primera hija y cómo a través del bordado se encontró con el oficio de artista; las fracturas derivadas de los ataques del 11 de septiembre en Nueva York; libros que dan la vuelta a la cámara de los fotógrafos, que documentan el arte contemporáneo para indagar en su mirada y su manera de mostrarnos la obra de los otros; hay cháchara y días que pasan lentamente durante todas sus horas; libros que nos cuentan nuestra historia a través de la ingeniería y las infraestructuras que nos sostienen, libros que nos permiten construir maquetas de casas a miles de kilómetros de distancia, libros que nos hablan de la vida en la periferia o que deconstruyen los símbolos nacionales.
Poco a poco, después de unos años de experimentación, sentimos la necesidad y el deseo de crear una colección de textos en la que distintas voces se entrelazasen y se creara una línea de pensamiento y creación, variada, pero bajo un mismo paraguas. Nuestra primera colección se llama Letra Caniche, que tendrá en breve, en unos días, una hermana pequeña, con el nombre genérico de laMenor.
En Caniche no solo hacemos libros, aunque los libros ocupan la mayor parte de nuestro tiempo. Comenzamos nuestra andadura con un Asalto: una exposición efímera en un espacio no convencional. Esta actividad, los Asaltos, ha continuado con un buen número de exposiciones / intervenciones / performances.
El libreto de sala para ese primer Asalto nos dio la idea para empezar a investigar el libro no solo como un laboratorio de creación sino también como una arquitectura que puede generar un espacio fértil. A día de hoy, llevamos cerca de cuarenta libros tratando de ser fieles al mismo espíritu.
C Ó M O
El viaje a ninguna parte es un libro y una película del escritor y cineasta español Fernando Fernán Gómez en el que narra las peripecias de una compañía de teatro ambulante. Su único propósito era conseguir montar una función en los distintos pueblos a los que llegaban. Nada más.
Compartimos absolutamente esa falta de pretensión. No pretendemos llegar a ninguna meta concreta sino simplemente disfrutar del trayecto y centrarnos en el hacer. Participar de un proceso que saca a la luz, que acerca al lector proyectos y textos a los que, de otra manera, sería mucho más difícil llegar.
Ahora bien, todo trayecto, desde el punto de vista medioambiental, consume energías y produce residuos. Por eso hemos tratado desde el inicio de ser conscientes de todo lo relativo a las ecologías de la producción de libros. Nuestros libros se imprimen en nuestro entorno más próximo. Pese al mayor coste económico que eso pueda suponer frente a la producción fuera de Europa, o incluso dentro de Europa pero lejos de España. Estamos firmemente convencidos de que resulta necesario contribuir a minimizar el impacto ambiental derivado de la producción, distribución y logística aplicada al sector del libro. No se trata de una cuestión nacionalista sino de una opción que apuesta por la sostenibilidad territorial y el deseo de generar a nuestro alrededor estructuras o ecosistemas profesionalizados y, en nuestra pequeña escala, contribuir a ello.
Del mismo modo, creemos imprescindible apostar por retribuciones adecuadas, responsables y sostenibles no solo a autores sino a todos los agentes que intervienen en los procesos de elaboración de un libro, su comunicación pública, su distribución, etc.
Cada decisión lleva aparejada un componente político, pero lo cierto es que todo lo que hacemos cada día y todo lo que nos rodea no sería posible sin ciertas dosis, en ocasiones extremas y en otras más contenidas, de entusiasmo, pasión y energía.